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viernes, 26 de octubre de 2007

DE PERROS, GATOS Y SERES HUMANOS

Por Lcdo. Rolando Emmanuelli Jiménez, J.D., LL.M.
rolando@bufete-emmanuelli.com


La noticia de que mataron decenas de perros y gatos dejó consternada a la prensa en Puerto Rico y a la de otros lugares del mundo. No hay duda de que ese fue un acto abominable y merece que los culpables paguen por sus delitos. No obstante, esa noticia no debe ser excusa para disimular, olvidar o maquillar el problema subyacente que existe en Puerto Rico: la violencia.

En Puerto Rico existe violencia en todos los ámbitos de nuestra vida. Asesinan a un promedio de dos personas diarias. La violencia contra los niños, la mujer, los ancianos y los impedidos es desayuno, almuerzo y comida. La criminalidad contra la persona y la propiedad está incontrolable. Los medios de comunicación se embelesan con los actos de crueldad y de violencia que parecen competir por el galardón del libro Guinness. Sin embargo, las autoridades encargadas de la formulación de política pública no tienen planes concretos para atender el problema de la violencia en Puerto Rico.

El narcotráfico, la drogadicción, y el crimen resultante, son responsables de gran parte de la violencia en Puerto Rico. Además, no hay duda de que uno de los elementos fundamentales que promueven la violencia es la desigualdad socioeconómica. Sin embargo, como concluimos en la columna anterior, muy pocos se atreven a confrontar este problema con soluciones radicales, es decir, que vayan a la raíz. Hasta ahora, lo que se ve son proyectos individuales inconexos y que a todas luces conducen a la satisfacción de algunos intereses particulares o políticos, que no son los superiores de nuestra sociedad.

Puerto Rico deambula como el poema de Sylvia Rexach. Somos una nave sin rumbo. Hace falta establecer un plan estratégico nacional para atender el problema de desigualdad socioeconómica y el narcotráfico. Mi oído está en tierra para un candidato responsable y sobresaliente. Hasta ahora, sólo silencio.

Mientras no exista un plan estratégico nacional de desarrollo económico seguiremos teniendo asesinatos de perros, gatos y seres humanos.

El autor es abogado notario, Presidente del Bufete Emmanuelli, C.S.P., pasado presidente de la Cámara de Comercio del Sur de Puerto Rico y anfitrión del programa Debido Proceso de Ley, que se transmite todos los sábados a las 11 de la mañana por WPAB 550 en el cuadrante de su radio. Para mayor información vea: http://www.bufete-emmanuelli.com

Drogas y Criminalidad

Por Lcdo. Rolando Emmanuelli Jiménez, J.D., LL.M.
rolando@bufete-emmanuelli.com

Como dijimos en una columna anterior, para enderezar la democracia debemos hacer los planteamientos de manera valiente y exigir a los aspirantes a cargos públicos la adopción de las propuestas de los entendidos en las materias que con más probabilidad puedan resolver los serios problemas que tiene Puerto Rico. Lamentablemente, la inmensa mayoría de los políticos le piden el voto a los ciudadanos a base de propuestas acomodaticias, sin imaginación y que está probado que no resuelven los graves problemas que tenemos actualmente.

En la pasada columna discutimos la necesidad de adoptar un seguro universal de salud que rompa con las contradicciones e ineficiencias de la reforma de salud. Otro asunto contra el cual es necesario enfrentarse con soluciones dramáticas es el problema de la drogadicción. La drogadicción es una enfermedad y la fuente de la criminalidad. Sin embargo, es paradójico que mientras más esfuerzos se hacen para reprimirla y tratar de eliminarla, más florece. El tráfico de drogas responde a los mismos elementos socioeconómicos del tráfico ilegal del alcohol cuando se prohibió en los Estados Unidos a principios del siglo XX. La prohibición dio base al surgimiento de las pandillas y el crimen organizado. Esto porque mientras más esfuerzos se hacen para controlar el alcohol o las sustancias adictivas, por las leyes de oferta y demanda, más caro se pone el producto, y por ende, el adicto tiene que delinquir para conseguir el dinero adicional para adquirirlo. Esto resulta en la paradoja de que si el Estado incauta más drogas mediante la campaña de represión, más crímenes se cometen.

Por otro lado, los que trafican con el producto ilegal, se enriquecen cuando el Estado reprime e incauta el producto a otros competidores, porque entonces la escasez hace que su precio suba, y por ende, su margen de ganancia. El alto margen de ganancia hace que siempre haya gente disponible para entrar al tráfico ilegal. Por eso es que se arriesgan a matar por mantener su hegemonía. Arrestan o matan al tirador, y al otro día tenemos una persona que le sustituye. Por eso es que en el tráfico de drogas cada vez hay personas más jóvenes manejando los puntos. La campaña de represión del Estado ocasiona las guerras de pandillas por el dominio de este lucrativo mercado. Esto hace que la ola de asesinatos resulte incontrolable.

El secretario de Corrección, Lcdo. Miguel Pereira, planteó valientemente que debe utilizarse la alternativa de la medicación de la droga. La medicación y control de la droga por parte del Estado permitiría que los adictos tengan acceso a procesos de rehabilitación, porque no tendrían que adquirir la droga en la calle a precios exorbitantes. Si ya no hay tanta demanda por el producto, baja el interés de lucro, y por tanto, el de las personas que quieren entrar al tráfico de drogas por las ganancias que obtendrían. Esto reduciría las guerras y asesinatos pandilleros. Por otro lado, y tal vez el efecto más importante, los adictos que estén bajo programas de medicación de drogas no tendrían la necesidad de delinquir y podrían diseñarse estrategias para reincorporarlos a la vida productiva.

Hace falta olvidarnos de planteamientos moralistas que impiden las soluciones efectivas. La droga es mala. Pero también el alcohol. Sin embargo, el enfoque con el alcohol, de licenciamiento y control, ha sido tremendamente efectivo para controlar el crimen organizado y callejero. Hoy en día, nadie mata por una caneca de ron. Ese es el enfoque que debe tenerse también con la drogadicción. Ese es el cambio paradigmático que necesita Puerto Rico para resolver el problema de la criminalidad.


El autor es abogado notario, Presidente del Bufete Emmanuelli, C.S.P., pasado presidente de la Cámara de Comercio del Sur de Puerto Rico y anfitrión del programa Debido Proceso de Ley, que se transmite todos los sábados a las 11 de la mañana por WPAB 550 en el cuadrante de su radio. Para mayor información vea: http://www.bufete-emmanuelli.com

miércoles, 17 de octubre de 2007

INDISPENSABLE UN SEGURO DE SALUD UNIVERSAL

Por Lcdo. Rolando Emmanuelli Jiménez, J.D., LL.M.
rolando@bufete-emmanuelli.com

El reciente documental del cineasta Michael Moore titulado “Sicko”, explica en términos claros y contundentes la necesidad de una revolución en el sistema de salud de Puerto Rico. El modelo de la reforma de salud contiene una contradicción inherente e insalvable, pues expone a los médicos al dilema de determinar el tratamiento que se le va a brindar a un paciente médico indigente, siempre en contra de su interés pecuniario. Esto ocurre porque el médico recibe de la compañía aseguradora una cantidad fija mensual por cada paciente, que se conoce como “capitación”. Si el paciente tiene que hacerse un análisis de sangre o una prueba radiológica, el gasto de esas pruebas se le resta al ingreso del médico. Por tanto, mientras el médico más recete u ordene exámenes y pruebas diagnósticas, menos dinero gana.

La mayoría de los médicos ejercen este balance con mucho cuidado y sensibilidad hacia el paciente. Lamentablemente, las situaciones en las cuales se “racionan” los servicios a los pacientes son cada vez más frecuentes. Esa es una de las razones por las cuales se creó la Oficina de la Procuradora del Paciente. Sin embargo, no existen los recursos económicos que puedan fiscalizar adecuadamente este asunto, porque el problema puede surgir con cada paciente, con cada tratamiento, con cada receta. Racionar servicios por razones económicas no es legal ni moral. Cualquier persona que haya sufrido daños por esta conducta, puede recurrir al tribunal para reclamar daños y perjuicios.

El modelo de salud de Puerto Rico no está cumplimiento su cometido y es además demasiado costoso, porque existe un intermediario que es la compañía de seguros, quien se lleva en ganancias una parte de los fondos públicos que debieran dedicarse al cuidado médico.

Michael Moore demuestra que el sistema de Estados Unidos y por ende, el de Puerto Rico, que está basado en compañías de seguros, está en una crisis. Moore documenta una serie de casos terribles en los cuales las compañías aseguradoras deniegan cubierta de servicios en detrimento de sus clientes y en violación a los contratos de seguro. Para colmo, en Estados Unidos hay más de cuarenta millones de personas que no tienen seguro médico. Estas personas se exponen a que en cualquier momento un problema médico los lleve a la ruina económica.

Durante la presidencia de Bill Clinton, la ahora precandidata presidencial Hillary Clinton, se encargó de promover una revolución de salud que establecería un seguro universal parecido al de Canadá, Inglaterra o Francia. En estos países el sistema médico es financiado por el Estado, pero a base de unos criterios de calidad y excelencia extraordinarios.


Es indispensable reexaminar todo nuestro sistema de salud. Hay que mirar los que son exitosos en el resto del mundo. La implantación de un sistema de seguro universal de salud puede ser la alternativa que ofrezca equidad y libre acceso a los servicios médicos. Esta es una idea que los políticos en Puerto Rico tienen que abordar de frente. Alguno debe defender al pueblo apoyando la idea de un seguro de salud universal.

El autor es abogado notario, Presidente del Bufete Emmanuelli, C.S.P., pasado presidente de la Cámara de Comercio del Sur de Puerto Rico y anfitrión del programa Debido Proceso de Ley, que se transmite todos los sábados a las 11 de la mañana por WPAB 550 en el cuadrante de su radio. Para mayor información vea: http://www.bufete-emmanuelli.com

A ENDEREZAR LA DEMOCRACIA

Por Lcdo. Rolando Emmanuelli Jiménez, J.D., LL.M.
rolando@bufete-emmanuelli.com

Por circunstancias particulares y que no es necesario discutir en este momento, la democracia puertorriqueña no ha logrado su razón de ser. La democracia es su definición más simple, es el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo. Sin embargo, la democracia ha sido secuestrada por los partidos políticos y la han virado al revés. El secuestro de la democracia por los partidos políticos es lo que ha llevado a los extremos de la debacle legislativa que estamos viviendo, las pugnas intrapartidistas y la traición del mandato del pueblo en torno a la unicameralidad.

El aspecto más sobresaliente del secuestro de nuestra democracia es que hemos permitido que sean los candidatos y los partidos políticos los que presenten ideas para el desarrollo económico y social de nuestro país. Las propuestas de los partidos han resultado ineficaces y nos tienen sumidos en una recesión y en una ausencia total de esperanza. No obstante, todavía se vislumbra luz al final del túnel.

La democracia actual hay que enderezarla. Corresponde a los ciudadanos, las organizaciones con y sin fines de lucro, la entidades de profesionales y a todos los grupos de interés, exponer y debatir con el pueblo las ideas para hacer el programa de gobierno que se debe exigir a los funcionarios electos, no importa el partido al que pertenezcan. Los políticos y partidos pueden seguir preparando su plataforma, pero a la hora de la implantación, el pueblo es el que tiene que definir la agenda y exigir su cumplimiento específico. Para que esto ocurra efectivamente hace falta el apoyo de todas las entidades preocupadas por el futuro del país.

Al recoger ideas de la ciudadanía, debatirlas y organizarlas para que los políticos se comprometan con ellas, estamos dictando cuál es el mandato del pueblo en torno al desarrollo económico, político y social. Las Cámaras de Comercio se encuentran en posiciones privilegiadas para palpar las realidades vigentes y poder hacer propuestas inteligentes de desarrollo. Por ende, la exhortación es que asuman un papel proactivo, que se consulte, se discuta y se presente a los políticos la agenda mandatoria del pueblo puertorriqueño. Estamos en una época ideal para este trámite pues las primarias se celebrarán en marzo de 2008. Los políticos que no se comprometan con esta agenda deben rechazarse en las urnas. Es la única manera que podemos salvar nuestra democracia.

El autor es abogado notario, Presidente del Bufete Emmanuelli, C.S.P., pasado presidente de la Cámara de Comercio del Sur de Puerto Rico y anfitrión del programa Debido Proceso de Ley, que se transmite todos los sábados a las 11 de la mañana por WPAB 550 en el cuadrante de su radio. Para mayor información vea: http://www.bufete-emmanuelli.com

MÁS ALLÁ DEL PUERTO DE LAS AMÉRICAS Y EL VALOR AÑADIDO

Por Lcdo. Rolando Emmanuelli Jiménez, J.D., LL.M.
rolando@bufete-emmanuelli.com

Como explicamos en una columna previa la humanidad ha pasado por diferentes olas de desarrollo económico y social. La primera ola fue la agricultura, la segunda la industrialización, y la tercera es la época del conocimiento. Existen países como China en los cuales coinciden paralelamente esos tres grandes movimientos. Coexisten primitivos agrícolas, grandes industrias, y los más importantes en este momento, los sectores que manejan servicios, información y conocimiento. Ejemplos de estos sectores son la investigación, la conceptualización de nuevos productos, los profesionales, la banca y las telecomunicaciones. Estos sectores no fabrican productos, estos sectores ofrecen servicios o información pertinente y procesada, y por tanto, conocimiento.

Puerto Rico tuvo su época agraria hasta aproximadamente el año 1950, donde comenzó la industrialización. La industrialización basada en los incentivos industriales ha entrado en una profunda incertidumbre y recesión. El Puerto de Las Américas es un elemento esencial entre el paso de la época de la industrialización que se encuentra moribunda y la ola del conocimiento. Para poder desarrollar la economía del conocimiento es indispensable atender la investigación y desarrollo, no solamente en la biotecnología, sino en todas las ramas del desarrollo humano. Por ende, es correcto, aunque insuficiente, el enfoque que ha asumido el gobierno de Puerto Rico de privilegiar la biotecnología.

El desarrollo de una economía del conocimiento en Puerto Rico requiere que nos insertemos en los mercados internacionales mediante la globalización. La iniciación de Puerto Rico en la globalización no se puede dar sin el desarrollo pleno del Puerto de Las Américas “Rafael Cordero Santiago”. El Puerto de Las Américas es la entrada a la vinculación de Puerto Rico con los demás países del mundo que están desarrollando sus economías de conocimiento, y tenemos los recursos intelectuales y humanos para poder aprovecharnos de esta importante tendencia. Por ende, debemos como transición inescapable para el desarrrollo de la época del conocimiento, que desarrollar al máximo el Puerto de Las Américas. Pero debemos mirar por encima de ese horizonte, y visualizar que el objetivo último es después del valor añadido y desarrollar al máximo la economía de conocimiento.

El autor es abogado notario, Presidente del Bufete Emmanuelli, C.S.P., pasado presidente de la Cámara de Comercio del Sur de Puerto Rico y anfitrión del programa Debido Proceso de Ley, que se transmite todos los sábados a las 11 de la mañana por WPAB 550 en el cuadrante de su radio. Para mayor información vea: http://www.bufete-emmanuelli.com

Orientación Jurídica del Bufete Emmanuelli, C.S.P.

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División de Quiebras (Capítulos 13 y 7) y Seguro Social del Bufete Emmanuelli, C.S.P.