Por Lcdo. Rolando Emmanuelli Jiménez, J.D., LL.M.
rolando@bufete-emmanuelli.com
Especial para La Perla del Sur
El pasado 27 de febrero, la Academia Jurídico Empresarial del Bufete Emmanuelli C.S.P., celebró su segundo seminario titulado: “Convierte tu Negocio de Bueno a Excelente, con el Nuevo Modelo Organizacional Para el Éxito Empresarial.” Este seminario tuvo el propósito de que, ante las oportunidades de negocio que ofrece el Puerto de Las Américas, todos podamos iniciar nuestros negocios y hacerlos excelentes, y si ya los tenemos operando, mejorarlos hasta convertirlos en extraordinarios.
No tenemos negocios excelentes, porque tenemos negocios regulares o buenos. La comodidad, el conformismo y la falta de liderazgo humilde y agresivo, nos deja en una desventaja de competitividad, que es impedimento para lograr el éxito empresarial. Una empresa excelente tiene líderes categoría 5, para decirlo en términos del Jim Collins, destacado autor y profesor de la Universidad de Harvard, un líder categoría 5 es modesto y tenaz, enfrenta los hechos brutales sin peder la fe en el triunfo eventual, y vela únicamente por el triunfo de su compañía, no por su provecho personal.
Para poder tener una empresa exitosa es indispensable la selección cuidadosa de quiénes deben ser los empleados y líderes. Los empleados y líderes deben ser auto motivados y auto disciplinados. Por eso es necesario determinar primero quién y luego qué. Primero escojo los empleados perfectos, luego determino qué van a hacer. Cuando la empresa tiene que invertir dinero en motivar y llevar una micro gerencia o supervisión detallada, probablemente ha escogido los empleados y líderes equivocados. Las empresas que se convierten de buenas a excelentes enfrentan los hechos brutales, pero mantienen la fe inagotable de que al final van a prevalecer. La vida es injusta. La vida de los negocios es injusta. Pero no podemos perder la fe, y debemos seguir luchando por alcanzar la excelencia. Esto se logra gracias a los líderes de categoría 5 y empleados auto motivados y auto gestionados, ya que una buena misión y visión de la compañía es irrelevante, si no está acompañada por el apoyo de buenos empleados.
Toda empresa excelente tiene un enfoque simple en lo que sabe hacer mejor que los otros. Se plantea metas grandes y ambiciosas, pero que no se basan en mera bravura, sino en análisis concienzudo de hacia dónde debe llegar la empresa. Para lograr estas metas ambiciosas, es necesario tener una cultura de disciplina, que no es otra cosa que una adhesión firme a los protocolos de operación, junto con su auditoria para verificar que se están cumpliendo y se pueda adjudicar la responsabilidad por su incumplimiento. Recuerden que si queremos cambiar nuestra empresa, no podemos seguir haciendo lo mismo. Una definición de loco es la persona que hace siempre lo mismo y espera un resultado distinto.
Por otro lado, la tecnología para las empresas es un acelerante de desarrollo y no un fin. No es lo último en la avenida lo que nos conviene. Es lo que realmente nos ayuda a mantener la eficiencia de nuestras operaciones. Los cambios a las empresas no se dan de manera revolucionaria. Van ocurriendo poco a poco, como una rueda volanta que va acelerando y ganando momentum, hasta llegar a una velocidad insospechable. Todas las características que hemos mencionado anteriormente le van dando un poco de impulso a la rueda, hasta que su velocidad es extraordinaria y se produce entonces el cambio paradigmático de una empresa buena a excelente.
Nada de esto es posible si las empresas no tienen responsabilidad social de educar a la comunidad, de servir a los sectores marginados, de proteger el ambiente y de crear en el lugar de trabajo una cultura horizontal de diálogo y consenso, que sea ejemplo para el resto de la sociedad.
Por último, es indispensable que la empresa excelente cumpla con su responsabilidades legales hacia el Estado y sus empleados. El cumplimiento de la legalidad por parte de las empresas, les protege de litigación costosa y hace que los empleados estén contentos y por tanto, produzcan más. Además, hay que velar por la calidad humana. Todos nosotros estamos la mayor parte del tiempo en nuestros trabajos y compartiendo con nuestros compañeros. Es indispensable que el ambiente de trabajo sea el mejor posible. Por eso tenemos que aprender las destrezas de trabajo en equipo y de poder resolver nuestras diferencias. Uno de los organismos más exitosos y emergentes en el campo empresarial es la mediación. Mediante la mediación podemos resolver nuestros conflictos de manera sosegada y dialogante con la ayuda de un profesional certificado a esos efectos por el Tribunal Supremo de Puerto Rico.
Con empresas excelentes, líderes de categoría número 5, empleados auto motivados y auto disciplinados, que trabajan en empresas con responsabilidad social, mejoramos nuestra calidad de vida, y por ende, la capacidad de defender el Debido Proceso de Ley.
El autor es abogado notario, Presidente del Bufete Emmanuelli, C.S.P., pasado presidente de la Cámara de Comercio del Sur de Puerto Rico y anfitrión del programa Debido Proceso de Ley, que se transmite todos los sábados a las 11 de la mañana por WPAB 550 en el cuadrante de su radio. Para mayor información vea: http://www.bufete-emmanuelli.com
Una publicación de Rolando Emmanuelli-Jiménez, J.D., LL.M., sobre los asuntos públicos que tienen impacto jurídico y socioeconómico. Rolando Emmanuelli Jiménez es abogado y notario, Presidente de Bufete Emmanuelli, C.S.P.
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domingo, 4 de marzo de 2007
BUENO ES ENEMIGO DE EXCELENTE
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