Por Lcdo. Rolando Emmanuelli Jiménez, J.D., LL.M.
El ensayo y error es una metodología para lograr conocimiento o la solución de problemas. En este método, se prueba una alternativa de acción y se determina si funciona. Si es exitosa, entonces se tiene una solución. Si no es satisfactoria, se entiende que ha sido un error, y se prueba otra opción.
En algunas adaptaciones del método del ensayo y error, la opción que se ve como la más probable es la que suele probarse primero, luego se trata la siguiente más probable, y así repetidamente, hasta que se encuentra una solución o se agotan todas las alternativas disponibles. En otras ocasiones, las opciones se eligen al azar o por mero capricho.
El ensayo y error como método para lograr conocimiento o resolver problemas tiene muchas limitaciones, pues no trata de descubrir por qué funciona una solución, sino que sólo señala cuál es la solución. Tampoco trata de generalizar una solución para atender otros problemas. Sólo trata de encontrar una solución, no todas las soluciones, ni tampoco la mejor solución. Por último, el ensayo y error se usa primordialmente donde hay poco o ningún conocimiento del asunto, es decir, ignorancia.
El ensayo y error tiene algunas aplicaciones válidas como en la farmacología o la química donde los científicos pruebas diferentes sustancias hasta que encuentran una que logre el efecto deseado. Generalmente, estos experimentos se llevan a cabo en condiciones muy controladas donde el error no acarrea situaciones catastróficas o peligros a la humanidad o a los investigadores.
Donde el método de ensayo y error es inaudito y dañino es en la política y la economía. Cuando los políticos juegan con la economía y el desarrollo basados en el aleatorio método del ensayo y error, enfrentan a sus pueblos a resultados catastróficos.
En Puerto Rico ese ha sido el problema en las últimas décadas en las que se ha dado la espalda a la realidad y se han implantado un tropel de propuestas ignorantes, inconexas, aleatorias, ingenuas, y por tanto fracasadas, que nos tienen sumidos en una gran crisis económica estructural sin precedentes.
El ensayo y error se ha recrudecido en los pasados 15 meses de administración gubernamental tanto a nivel central como en el Municipio de Ponce. Es por eso que el gobernador enfrenta la crisis económica recortando el gasto y subiendo contribuciones, cuando la ciencia dice que debe aumentar el gasto y bajar las contribuciones; enfrenta las drogas con más prohibición, cuando todos sabemos que no funciona; redujo la nómina del gobierno, destruyendo los servicios gubernamentales, cambió los permisos, creo las APP y quiere revocar las protecciones laborales, cuando los expertos dicen que esas no son las soluciones a los problemas reales que deben atacarse para mejorar nuestra situación.
Lo mismo ocurre en Ponce: Puerto sin zonas de valor añadido; zonas de valor añadido sin infraestructura; nuevo diseño para el Puerto, y el que tomó 4 años y millones de dólares para prepararlo, al zafacón; Centro de gobierno municipal fuera del casco urbano y donde van las fábricas de valor añadido; Plan de Ordenación Territorial con compromisos gubernamentales de inversión de cientos de millones de dólares descartado en la basura, etc.
La metodología contraria y racional al método del ensayo y error en la política y la economía es la planificación, el estudio científico y la voluntad de acción. Sólo planificando sosegadamente, midiendo y evaluando el contexto, las circunstancias, las variables, los posibles resultados y el efecto en la sociedad, es que podemos actuar de la manera efectiva para lograr los resultados deseados sin tener que dar palos a ciegas constantemente como los políticos ignorantes.
Pero no se trata de sólo ignorancia. Albert Einstein definió la locura como estar haciendo la misma cosa repetidamente una y otra vez contando con lograr resultados diferentes. Eso es lo que hacen constantemente nuestros políticos. Actúan como epitomes de los dementes Einsteniandos.
El método del Ensayo y Error en el ámbito político y económico es el resultado de la ignorancia, la improvisación y la locura.
La respuesta a esta debacle es la organización democrática del Pueblo a todos los niveles desde el individuo, la familia, comunidad, pueblo, región y país para participar directa y efectivamente en la construcción de las soluciones a nuestros problemas, partiendo de lo particular a lo general y viceversa. Las propuestas de solución deben implantarse concertadamente, valientemente y sin la interferencia gubernamental.
Ya no es posible delegar la solución de los problemas a los políticos. Estos han fracasado ignominiosamente en una nube de oscurantismo, impremeditación y desequilibrio.
El autor es abogado notario, Presidente del Bufete Emmanuelli en Ponce, Presidente de la Alianza Pro Sur, Vicepresidente de DISUR, Inc., pasado presidente de la Cámara de Comercio del Sur de Puerto Rico y anfitrión del programa Debido Proceso de Ley, que se transmite todos los sábados a las 11:00 de la mañana por WPAB 550. Para mayor información vea www.debidoproceso.com.
Una publicación de Rolando Emmanuelli-Jiménez, J.D., LL.M., sobre los asuntos públicos que tienen impacto jurídico y socioeconómico. Rolando Emmanuelli Jiménez es abogado y notario, Presidente de Bufete Emmanuelli, C.S.P.
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viernes, 9 de abril de 2010
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