En el 2008, Ponce tenía la expectativa razonable de comenzar a operar el Puerto de Las Américas, explotar las zonas de valor añadido, conectar el aeropuerto con esta cadena de valor, junto a la zona franca, y lograr la autonomía que provee la regionalización mediante DISUR. Existían nuevos bríos para poner en vigor el Plan Ponce en Marcha y el Plan Territorial de 2004, que todavía estaba vigente. Ambos representan compromisos de ley del gobierno central por más de 1000 millones de dólares.
Cuatro años después, el Puerto está oxidado e inoperante por tener las grúas dañadas, no tiene permisos para mejoras ni ampliaciones, la zona de valor añadido principal está paralizada y sin terminar, DISUR falleció y sigue insepulto, van a recibir 59 millones y no tienen en qué invertirlos, el Plan Ponce en Marcha ambula a paso de tortuga coja y en el Municipio de Ponce no se han enterado lo que significa el Plan Territorial y los compromisos de inversión del gobierno central.
Lo trágico es que nadie explica. Ni siquiera pueden articular una excusa razonable. Solo han echado la culpa a la administración anterior. Que poca imaginación. La tiranía de la mediocridad impera. No han podido hacer lo que tenían que hacer y no saben por qué.
Pero si Ponce no quiere caldo, le dan dos tazas. Ellos dirán, para qué explicar si la oposición política no cuestiona. En el reino de los ciegos el tuerto es rey.
¿Para qué alterar la paz de los sepulcros.?
Rolando Emmanuelli Jiménez, J.D. LL.M.
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Ubicación:Cll San Francisco,Ponce,Puerto Rico
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